Por:
Henry Adolfo Peralta Buriticá[1]
Octubre 13 de 2015
Para
quienes trabajamos en la promoción de la resiliencia a nivel global es
fundamental la búsqueda de formas creativas e innovadoras para incentivar la
toma de conciencia sobre la reducción del riesgo de desastres desde una
perspectiva integral. Cada uno desde su campo del saber y del hacer, ya sean
las ciencias de la tierra, ciencias sociales o las aplicadas, o a partir de una
visión holística, procura mediante una educación y pedagogía del riesgo lograr
este propósito.
Desde
el 2007, luego de mi participación en el Curso de Reducción del Riesgo de
Desastres y Desarrollo Local Sostenible (DELNET/ CIF/OIT-ONU) [2] supe,
sin lugar a dudas, que si quería impulsar procesos seguros, sostenibles y
resilientes de los territorios, debía convertirme en portador del mensaje de la
reducción del riesgo de desastres. Esta determinación se potenció aún más con
mi nombramiento como promotor de la Campaña Mundial desarrollando ciudades
resilientes la UNISRD, en el 2013 y con la creciente responsabilidad que ello representaba.
La
labor como promotor comprende la transmisión de un mensaje y saber cómo hacerlo.
Esta actividad incluye desarrollar una especial sensibilidad hacia las
personas, hacia las problemáticas y potencialidades de los diferentes grupos
sociales y territorios. Implica la capacidad para entablar un diálogo con el
otro, en donde la pasión con la que se transmite el mensaje es un insumo
fundamental para evangelizar, la cual surge de una gran motivación personal y
de una convicción interna de pensar que todo es posible.
Recientemente
el encuentro casual de una lectura a bordo de un avión rumbo al encuentro
global de promotores en ciudad de Panamá, me motivó a reflexionar sobre el
carácter de la labor que como promotor venía adelantando. En el artículo en
mención, llamado el “Arte de Evangelizar”, Guy Kawasaki[3][4] se
refiere a cómo trasladar el concepto de la evangelización al mundo de los
negocios. Esta visión, aunque orientada hacia la venta de tecnología, me
resultó muy inspiradora y esclarecedora en relación con el trabajo a favor de
la reducción del riesgo de desastres y me recordó algunos comentarios de
participantes a mis conferencias que me decían: que los había logrado
“convertir” hacia la resiliencia.
Kawasaki
menciona como el verbo evangelizar proviene de un término griego que significa “anunciar
buenas noticias”, es decir, no es suficiente dar la noticia, sino dar
testimonio de una necesaria transformación en la forma de mirar una situación. El
verbo evangelizar puede utilizarse para muchas buenas noticias: un nacimiento, un
cese de guerra, un matrimonio, una nueva medicina para el cáncer, un nuevo
paradigma frente a los desastres sucesivos en el mundo. El evangelizado es una
persona que se “ha puesto al corriente de las buenas noticias”. Visto de una
manera amplia, no se trata de un concepto privativo de las religiones. Sino de
un deber que tenemos quienes pertenecemos a una organización determinada: “Si
usted es un líder, debería evangelizar a nombre de su organización y predicar
sobre lo que ella tiene para ofrecer”, menciona el autor.
Con
base en esta perspectiva, los promotores y campeones desde la labor que
realizamos, somos portadores de un testimonio transformador a favor de la
resiliencia[5]
Nuestra práctica se convierte entonces, en una forma de evangelizar.
Así
las cosas, como evangelizadores de la resiliencia tenemos como propósito
divulgar en todos los rincones del mundo las buenas nuevas para llevar a la
práctica la reducción del riesgo de desastres. El contenido de nuestro mensaje
se basa entonces, en difundir las buenas nuevas como sociedad mundial
consignadas en las siete (7) metas y en las cuatro (4) prioridades de acción del
Marco de Sendai[6].
Las siete (7) metas buscan una reducción considerable de:(1) la
mortalidad causada por los desastres, (2) el número de personas que resultan
afectadas, (3) las pérdidas económicas directas, y (4) los daños ocasionados a
las infraestructuras esenciales y la interrupción de los servicios básicos. Así
como, un incremento considerable de:(5) la
cantidad de estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de
desastres para el año 2020, (6) la cooperación con los países en desarrollo, y (7)
los sistemas de alerta temprana para múltiples amenazas, al igual que el acceso
a información y a evaluaciones del riesgo de desastres.
Las
cuatro (4) prioridades establecidas en el Marco de Sendai[7],
son:
1.
Comprender el riesgo de desastres.
2. Fortalecer
la gobernabilidad para gestionar el riesgo de desastres.
3.
Invertir en la reducción del riesgo de desastres para la resiliencia.
4.
Aumentar la preparación para casos de desastres a fin de dar una respuesta eficaz,
y “reconstruir mejor” en el ámbito de la
recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción.
Una
vez conocidas y comprendidas las buenas nuevas que trae el contenido del
mensaje del marco de Sendai, la clave está en saber cómo divulgarlo. Para ello
mencionaré diez (10) estrategias que he puesto en práctica desde mi experiencia
y que sirven para ser evangelizadores eficientes de la resiliencia. Las diez
estrategias del evangelizador de la resiliencia son:
1. Empiece consigo mismo: La
resiliencia es una tarea de cada uno en unión con su grupo más cercano. La
resiliencia está presente en nuestras vidas desde que nacemos hasta que
morimos, por lo tanto es necesario que fortalezcamos nuestra propia resiliencia
para así promover en los otros a que hagan lo mismo.
2. Comprométase. Uno de los
comportamientos exitosos en el evangelista de la resiliencia es estar
comprometido y auténticamente convencido que no está vendiendo una postura o
una moda sobre comportamientos más sustentables, sino que ejemplariza con su
estilo de vida, con su forma de mirar, sentir y asumir el mundo, de una forma
creativa, la cotidianidad de la vida en un mundo en riesgo.
3. Tenga respeto por los saberes. Ayudar a la gente a tomar conciencia sobre el papel que ellos tienen en
la reducción del riesgo de desastres y en el desarrollo de la resiliencia. No
trate de hacer adeptos, convenza con argumentos y conocimientos que permitan a
los otros de manera consiente complementar sus saberes, valorando su propia
experiencia.
4. Sea Incluyente: Todos
pueden aportar saberes para la reducción del riesgo de desastres, es una adhesión
personal y cotidiana a la idea que vivimos en riesgo, nadie está excluido de
reducir el riesgo porque habitamos la misma isla espacial que se llama tierra.
Motive la participación de múltiples actores desde un enfoque diferencial.
5.
Genere confianza: esta debe ser la principal acción que un
evangelista de la resiliencia debe propiciar en cada uno de los espacios u
escenarios en el cual trabaja. El éxito del proceso evangelizador hacia la
resiliencia dependerá en gran medida de la confianza generada en los actores
institucionales y comunitarios con los que interactúa.
6. Cree redes y establezca
alianzas estratégicas: busque permanentemente tejer redes
y alianzas estratégicas con múltiples actores en pro de la construcción de la
resiliencia, esto permitirá que este proceso evangelizador se expanda de manera
rápida y se establezcan puentes conceptuales entre los diferentes nodos que
conforman este tejido resiliente.
7. Este dispuesto a romper paradigmas. esté abierto a desaprender y aprender cuando
sea necesario. No tenga miedo a experimentar nuevos aprendizajes y a dejar su viejos
conceptos, esto le permitirá estar a la vanguardia del conocimiento en la resiliencia.
8. Use la educación y la pedagogía. Aproveche todo escenario para hablar de resiliencia. Haga uso de estrategias educativas y pedagógicas, creativas e
innovadoras para motivar a diversos actores sociales e institucionales, en generar
diálogos, desde una perspectiva integral que permita potenciar ejercicios de reflexión-acción-
reflexión sobre la reducción del riesgo de desastres y el desarrollo de
resiliencia.
9. Sea un buen comunicador. Comunique todo lo que haga en su proceso evangelizador hacia la
resiliencia. Utilice las redes sociales para difundir las acciones que han
motivado a otros a sumir sus orientaciones, impulsando a otros en el desarrollo
de acciones concretas, motivándolos a que compartan su buenas prácticas y den
testimonio.
10.
Sea generoso con el conocimiento. Lo que usted sabe puede ayudar a otros a
orientar de manera positiva la toma de decisiones que pueden ayudar a potenciar
el desarrollo, reducción los riesgos y salvar vidas. Deje a un lado el ego y
comparta su conocimiento. El que da siempre recibe.
Teniendo
como base estas diez (10) estrategias, el evangelista de la resiliencia puede motivar,
promover y actuar de manera positiva ante las naciones, los gobiernos locales y
comunidades y tener una incidencia política, educativa y pedagógica para la
construcción de comunidades, territorios y ciudades más resilientes.
El
siglo XXI se ha caracterizado
por presentar grandes pérdidas humanas, materiales y económicas derivadas de
los desastres, pero también por ser el tiempo de los grandes pactos mundiales a
favor de la resiliencia. En este mundo globalizado y convulsionado es propicio
para evangelizar, el
impulso estratégico de una
nueva perspectiva del riesgo: como un escenario de lo posible, del
espacio-temporal para actuar, para decidir, para reducirlo, todo ello con
perspectiva de desarrollo sostenible.
El
evangelista de la resiliencia, tiene 100% de actitud frente a los retos que
implica el desarrollo, está en la
capacidad de ver los problemas
desde otros ángulos, de mostrar las múltiples posibilidades desde un mensaje esperanzador y permite desde nuevos paradigma abrir caminos alternativos
y un sinfín de opciones nacidos de la creatividad y la esperanza de futuros
mejores. Está en nuestras manos la posibilidad de mostrar nuevos y el camino
empieza con construir la resiliencia en nuestras propias vidas.
¡Vamos todos a evangelizar siendo ejemplos de
resiliencia!
[1]
Ing. Civil y Mag. Educación. Promotor para Colombia Campaña Mundial
Desarrollando Ciudades Resilientes:!Mi ciudad se está preparando! de UNISDR henry.peralta@ciudadesresilientescolombia.org
[2]
Programa DELNET apoyo al desarrollo local del Centro Internacional de Formación
de la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas.
[3]
Revista Panorama de las Américas, agosto de 2015.
[4]
Guy Kawasaki es el principal evangelista de Canva, ejecutivo de UC Berkeles Haas School of Bussines, y
autor del libro The Art of the Strart 2.0.
[5] La capacidad de un sistema, comunidad o
sociedad expuestos a una amenaza para
resistir, absorber, adaptarse y
recuperarse de
sus efectos de manera oportuna y eficaz,
lo
que incluye la preservación y la
restauración. ISDR, 2009.
de sus estructuras y funciones básicas.
[6] UNISDR. Día
Internacional para la Reducción de Desastres 2015, “Conocimiento para la vida”.
Recuperado el 9 de octubre de 2015 de : http://eird.org/americas/noticias/docs/IDDR15GuideforNominations_SP.pdf
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